Yo conocí a Casiano

jueves, 27 de diciembre de 2012

     Hace meses que este peregrino no anda por el sendero de este blog, no están los ánimos para andar hablando de alegrias diariamente con lo que cae, pero no es menos cierto que de vez en cuando todos necesitamos expresarnos y soltar la mala saña por las circunstancias de estos tiempos que vivimos, o emborronar papeles para escribir y hablar y como no, soltar los sentimientos que uno lleva dentro por ciertas personas. El tiempo pasa y se pierde en el pasado y en la memoria se ocultan momentos inolvidables y memorables de actos que salen a relucir cuando te llegan noticias de gente que aprecias.

     Casiano de Barbadelo ya no está con nosotros. Se ha ido con tanta nobleza y prudencia como creo que fué su vida. Lo conocí el mes de Junio del año 2002, llegaba transido después de mas de ventitrés kilómetros andados, con un calor insoportable, al punto de la "pájara", cuando entre tantos árboles y maizales apareció un oasis de paz, un lugar mágico, un paraje deslumbrante y dentro de todo este sitio, sus habitantes, sus moradores, sus gentes tan mágicas como el lugar, tan sorprendentes como los parajes que empezaba a pisar y alli estaba él, al girar la esquina de la aldea vi a un hombre enjuto, sonriente, afable, allí estaba Casiano para decirme que la fuente estaba para refrescarme, para beber, para que me aliviara. Aquella misma tarde después de comer, junto a la fuente me contó historias de su mili en Africa, me habló de anécdotas de su tierra, de Sarria, de Barbadelo, de como bajaban a las "feiras" cada equis tiempo a comprar, a vender, a intercambiar. Ese fué mi primer contacto con él, gracias que no fué el último, durante años he seguido escuchándolo, al lado de una lumbre con su voz baja y su sosiego no paraba de contarte y de decirte, siempre tenia palabras de ánimo, eso si, pausado, sin prisas, en voz baja como si todo ya estuviera hecho.

     Un año lo acompañé andando a escasos cien metros a la explanada donde se celebraba la fiesta en la aldea, no hubo tiempo para terminar de exponer como se hacian las fiestas antiguamente en aquel sitio, las gentes de alli, sus vecinos, sus amigos, no paraban de saludarle, de hablarle, se alegraban de verlo y yo me sentí muy orgulloso en ese momento de conocerlo y estar con él, y me dije a mi mismo que estaba al lado de un gran hombre, de una gran persona.

     Un verano aparecimos por su casa con Marina, en los dias que estuvimos alli, no dejó de mirarla, de estar a su lado, los dos se "camelaron", nunca mas se volvieron a ver después de aquellos dias y los dos, Casiano y Marina y Marina y Casiano nunca se olvidaron uno de la otra.

     Casiano se ha ido sin dar ruido, sin gritos, se ha ido en silencio, prudente, cauto, comedido, como creo que fué su vida, sabia desde hace años que su suerte estaba echada, solo tenia que esperar a que llegara y mientras pudo ahí estuvo dando paz, dando amistad, haciéndose respetar.

     Casiano se nos ha ido. El kilometro 107 del camino de las Estrellas está hoy de luto, Casiano el hombre bueno de Barbadelo ya no está con nosotros, se nos ha ido.Yo tuve la suerte de conocer a Casiano.

Jacinto Fuentes Mesa.
Peregrino.