DE MATABEGID A TORRES, SIERRA, CAMINO E HISTORIA.

lunes, 19 de octubre de 2015

 

  Me quedo sorprendido del lugar, me habian hablado de Matabegid como un sitio agradable, tranquilo y muy romántico, un lugar de esos de retiro completo tanto para el alma como para el espíritu, Este lugar perteneció a la capital y fué el centro neurálgico de la Sierra de Propios como se la conoció, aqui descansaba cuando los festejos se lo permitian, el famoso torero "Bombita", propietario que fué de la finca en los inicios del siglo XX. En el paseo por el sitio saco la conclusión que por aqui hubo agetreo, dos buenas casas encaladas con su cenefa pintada de azul, una escalinata que da rango de importancia con una fuente, la ermita y sobretodo el murmullo del agua, ese "runrún" tranquilizador del Rio Oviedo que sirve agua a una fuente amplia junto a la Ermita casi perdida entre árboles y ramas, hubo un Convento en la antigüedad, incluso me chismorrean que hubo un Cuartel militar de la Remonta hace mas de un siglo.

     Pero no todo fué descanso, ni tranquilidad, ni sosiego, estas tierras están cargadas de historias, del devenir de sus gentes que luchaban dia tras dia sin descanso para que estas tierras les dieran de comer, pero también de gentes forasteras que veian como en estos montes y sierra podian buscarse el sustento diario.





     El camino parte desde Matabegid a Torres, un camino cargado de testimonios a lo largo de los siglos que ha dado relatos, batallas, altercados, persecuciones, incluso hasta leyendas de brujas que todavía se dejan ver por el lugar. Como cualquier via de comunicación con importancia, este camino también tiene su Castillo para vigilancia del mismo. Castillo observante durante siglos de frontera, donde las trifulcas y disputas estaban a la orden del dia, habia que mandar en el camino y sobretodo saber administrar lo que rodeaba este sendero, pues como pocos era y es riquisimo, un privilegio de la naturaleza.





     Salgo de Matabegid, donde repito, quedo prendado de sus edificaciones, arboleda y su abundante agua, entro en un olivar que a poco va dejando ver dehesa y por sorpresa un Castillo, ya casi arruinado y derruido, abandonadisimo y muy cambiado por la mano del hombre y del tiempo. Edificaciones delante del Castillo, también en los alrededores y como sorpresa una era, muy completa, con piedra seca, donde los pobladores trillaban, rompian la mies extendida por las piedras y separaban el grano de la paja.

     Tengo la suerte de ver en la lejania a un par de personas mayores, con canastos llenos de hierbas, con un paso tranquilo, sin parar de mirar las matas, las plantas y rebuscando con sus manos entre ellas, mi sorpresa agradable fué pararme y sentarme a charlar con ellos. Tenian ganas de hablar de su Sierra, de este camino, de lo que dió y podria dar, de las fatigas que pasaron para poder vivir en estas tierras, de las gentes de otros lugares que venian a traginar por aqui. Me hablaron de su niñez por estos lares, haciendo pequeñas labores encontraban trastos de guerra de tiempos de moros y cristinos, puntas de flechas, mangos de espadas, monedas, de la cantidad de ganado que pasaba y aún sigue pasando por aquí, salieron a relucir historias de regoveros, de buhoneros, de arrieros, de como se hacia el carbón con la madera de encina, de las reatas de mulos que acercaban a las carretas la carga, carbón llevado a todos los pueblos de las cercanias, y donde mas a Jaén. Por curiosidad les pregunté si habia por aqui neveros y comenzaron a relatarme de nuevo historias de fulanos y cetanos que se dedicaban a la nieve, a conservarla en invierno y con todo lujo de detalles, como si lo estuvieran viviendo me relataron como transportaban el hielo en capachos de a cincuenta kilos, como se envolvia con paja fina y helechos de la sierra y a continuación transportarla de noche con recuas de mulos hasta pueblos y  ciudades, como es el caso de Jaén, llegando antes de que saliera el sol y depositarla en los bajos del Ayuntamiento de Jaén para su venta posterior.




     En sus historias vi que se pusieron serios cuando empezaron a hablar de bandoleros, porque por aqui los hubo, cuentan anécdotas del "Pernales", de Jose Maria el Tempranillo, que venia a esta sierra y luego se dejaba caer por Campillo de Arenas y asi entre uno y otro adivinando cual de los dos sabia mas, salen a relucir los "maquis". Cuando hablan de ellos, bajan la voz, dando a entender que lo que hablan es muy secreto y de alli de entre nosotros tres no debe salir. Los Chaparros, el Pajuelas, esta conversación se hace corta, quieren hablar, pero el recuerdo no es bueno, los pertenecientes a estas cuadrillas de guerrilleros sufrieron, sus familiares y amigos mas y la represión casi acaba hasta con la memoria de lo alli ocurrido.

     La casquera junto al Castillo pudo dar mas de si, pero ellos volvian y a mi me entró una inmensa gana de tirar para adelante y empaparme de este camino. Mientras ascendia al Puerto de la Mata, observaba la dehesa, los quejigos centenarios e inmensos, las encinas, los enebros, los majuelos, algún arroyuelo y no paraba de recordar todo lo que esos dos hombres me contaron. En cualquier explanada fijaba mi vista por si aparecia un senderillo o una "colá" como ellos argumentaban, sitios por donde poder esconderse. No podia faltar por supuesto el cruzarme con un rebaño de ovejas y de cabras y junto al cabrero echar un breve rato de "parranda", le pregunté por si en esta Sierra habia hierbas curativas, su pregunta no se hizo esperar, ¿Vd. me ha visto alguna vez en el médico?, le respondí que ¡no!, a lo que el asintió: ¡pues yo todo lo arreglo con las hierbas de por aqui!, tras compartir fruta y agua prosigo ascendiendo, esperando en cada curva encontrarme en cualquier momento con una recua de mulos o con grupo de maquis o soldados de un bando u otro defendiendo su territorio. Mientras subes y paras para tomar aire, echas la vista atrás y la estampa no puede dar mas de si, la belleza incomparable, es un lujo esta tierra, el sitio, la paz, las vistas, el sosiego.





     Una vez realizada la subida el panorama cambia, te topas de cerca con El Almadén, altivo con sus antenas televisivas, a partir de ahora para abajo, vamos hacia el norte y el paisaje es totalmente distinto, la dehesa se convierte en pinar y conforme bajas aparecen cerezos y al final olivar, pero eso si, si en la subida te sorprende todo lo que ves allá en el infinito, en la bajada hacia Torres quedas igualmente prendado de las postales que tienes delante, alli está Torres, a las faldas del Almadén, el Aznaitín colosal custodiándolo y coronando el entorno, fantástica vista con la Loma al fondo.



     No por cambiar de vertiente cambia la vida de las gentes, puede cambiar quizás el paisaje, pero el trabajo del campo y de la sierra siempre ha estado en esta zona. Tan unida a la parte de Matabegid, aqui en este lado hay agua, mucha agua de la sierra, la cascada del Zurreón no anda muy lejos de aqui, pero lo mas conocida de esta zona sea Fuenmayor, este lugar merece un buen dia de campo, sitio idílico para estar con la familia, disfrutar de un buen paseo, una buena sobremesa siempre con muchísima agua alrededor, ahora debo de seguir camino de Torres, dejo por tanto un camino a mi izquierda que me llevaria allí y sigo dirección Hondacabras en las cercanias de Torres y en mi bajada recuerdo la imagen,  lo precioso que está el campo cuando desde arriba ves los cerezos vestidos de blanco, una estampa que hay que acertar en tiempo y forma para verla. Y para allá voy a este magnífico pueblo, con buena gente, también cargado de historias, historias unidas a la ciudad de Baeza a la que perteneció durante siglos, quien sabe si por estos Cerros que rondan Torres fué el lugar donde se perdió en busca de faldas Alvar Fáñez antes de la conquista de Ubeda.

     Ya llego, migas y un buen guiso, con un buen vino por haber hecho un ¡BUEN CAMINO!

Jacinto Fuentes Mesa.
Abuelo y Peregrino.

   

En Camino con mi Asociacion

domingo, 26 de julio de 2015

II VERANO CULTURAL JACOBEO DE ALMERIA
ORGANIZADO POR LA ASOCIACION JACOBEA DE ALMERIA
25 DE JULIO DE 2015
COLOQUIO SOBRE EXPERIENCIAS EN EL CAMINO DE SANTIAGO

TEXTO BASE DE MI INTERVENCION


     Uno de los bienes mas importantes de la vida es la posesión de la amistad.

     Con un buen amigo, no hay camino largo.

     Nada de lo que recibimos de los dioses es tan agradable como la amistad.

     Estas y otras frases mas, las he ido recogiendo en el camino, en esos puntos donde los peregrinos dejan sus pensamientos y  citas, no todos son del gusto del consumidor, pero si hay algunos que te mueven el corazón, que te hacen pensar de muchos aspectos de la vida.

     Los peregrinos de Jaén hemos hecho un complot no escrito, para hacer del camino una referencia de amistad, de compañerismo, de unión de peregrinos. Nunca voy a dudar que nos gusta caminar en algunos momentos o algunos días solos, pero si es cierto, que casi siempre lo hacemos juntos, algunas veces no hay mas gente porque ponemos freno a que en cualquier momento no podamos arropar a todos los que nos acompañan. Es mas, si algunos de nosotros va a hacer el camino o siemplemente nos vamos de ruta, buscamos el grupo, busca la compañía, busca la amistad.



     He hecho muchos caminos, algunos los he empezado en solitario y siempre he acabado en cuadrilla con mucha gente, pero los que comienzo con mucha gente, nunca los he acabado solo, en el camino sintiéndote peregrino, notas sentimientos ocultos, vives y compartes solidaridad, te ofrecen sonrisas, te sacan de tu intimidad y observas que todo lo que llevas en tu mochila espiritual, cargada y anclada ahí en tu espalda, es nada comparado con lo que acarrean otros peregrinos.

     Os cuento un secreto de nuestra Asociación. Profesionales de Psicologia de nuestra ciudad, recetan a sus pacientes (a algunos) que hagan el camino con nuestra Asociación. En conversación con estos profesionales en alguna que otra ocasión, hemos preguntado el porque y su respuesta, es un poco un bagaje de buenas intenciones viendo en las rutas y caminos que ayuda a estas personas en su estima personal, además la compañia y hacer nuevas amistades a las que abrirse es un buen apoyo en el dia a dia, por lo tanto el camino, andar por el campo, la naturaleza, la compañia es una terapia excelente”. 

     Y ahora os doy respuestas de veteranos peregrinos, con muchos kilomentros a sus pies y cuando le preguntan: ¿y a ti que te da el camino, que estas loco perdió?. Después de divagar y de soltar algo aleccionado, alguna frase, acabas como el psicólogo, no se lo que me da, pero es una buena terapia.

     ¿Quien sabe definir que nos da a los peregrinos al llegar a la Plaza del Obradoiro después de tantos kilómetros? ¿Quien sabe explicarlo?

     ¿Qué ofrecemos en la Asociacion de Jaén?, sobretodo libertad individual, no agobiar a la personas, si dos visitas en poco tiempo te agobian y no ves nada, mas vale paladear una y que sobre espacio, tiempo y lugar. Dentro del grupo y sin molestar al resto que haga cada cual lo que le apetezca, si quiere andar rápido que ande, si quiere ir lento pues que vaya despacio, si quiere buscar calor humano, lo encontrará, si quiere descargar su ansiedad, que la suelte, siempre habrá gente que lo oiga, apoyarse en un desconocido es al final de la ruta con toda seguridad un amigo.

     Preferimos no convertir una etapa en una carrera de muchos kilómetros, entiendo que hay senderistas, gentes que andan y hacen kilómetros y kilómetros y disfrutan, los alabo, personalmente yo lo he hecho antes, pero el peregrino, que antes ha sido senderista, disfruta con el grupo riéndose, parándose mil veces para fotografiar un árbol, mojarse los pies en un arroyuelo o hacerse unos selfies con los nuevos amigos que ha hecho, hace mucho tiempo un viejo peregrino me enseño eso de: el turista viaja, el senderista anda y el peregrino no para de buscar.





     Ya lo habréis probado en alguna que otra ruta, comer juntos, después de haber andado entorno a los 20 kilometros, no tiene precio, si os dais cuenta es uno de esos momentos, donde a pesar del cansancio, has soltado equipaje, te has desprendido de tu mochila espiritual, la has dejado en la puerta del albergue o del restaurante y ahora toca compartir, hablar, reir, beber y disfrutar de algo que no da la soledad, LA AMISTAD. Ya os fijareis, os daréis cuenta que hablais en un momento de las mismas penas y alegrías: me ha salido una ampolla, subiendo tal o cual cuesta se me han cargado los gemelos, me duele la rodilla pero me da igual, y asi etc., etc.,

      El camino hay que saborearlo, sentir en cada paso que das, cuanta importancia tiene ese trozo de tierra, palpar las entrañas de un árbol, arrimándote a él, abrazándolo si hace falta, buscar en el silencio de nuestros pasos algún duende entre los helechos, oir el canto de los pájaros, oler las viejas piedras de las antiguas iglesias, escuchar al peregrino que viene que se las pela golpeando con los sticks el suelo, tic, tc, tic, tac, cuando mas ensimismado andas sientes a lo lejos, ¡bici, bici¡, ¡buff! y no sabes donde ponerte, saber  e intuir que por donde vas, han pasado durante siglos, mercaderes, arrieros, caravanas ingentes de hombres y mujeres para ir de un sitio a otro, buhoneros, y porque no, Peregrinos. Hay veces que estás tan dentro del camino, estás tan dentro de ti que te da la sensación de encontrarte con alguien al dar una curva, pues no sé, un mozárabe, un guerrero, un arriero un viejo peregrino.






     Detectar a un peregrino cuando de verdad está en el camino, es fácil, le preguntas, dia de la semana o fecha y tarda en responderte, se lo piensa y vacila un montón,  no está perdido, ¡¡está en el camino!!

     Echar el trasero junto a la cepa de un árbol, apoyar la espalda en el tronco del mismo, rodearte de compañeros y aviarte un cacho de pan con un chorreón de aceite, echar un trago de la bota y pasarla al resto de compañeros, esto tan simple, que antes lo hacían nuestros antepasados trabajando duramente en el campo o yendo a ver a algún familiar a cientos de kilómetros montandose en un borriquillo o andando, esto como os digo, tan simple, el camino lo convierte en una cosa mágica, algo tan simple y tan llano, ¡es mágico!.

     Esto es lo que los miembros de las asociaciones en nuestras rutas, en nuestros caminos debemos dar a aquellos que se nos acerquen. El camino recordad, es un HABITAT único, que en estos últimos años podemos y debemos disfrutarlo y hacerlo llegar a la gente que lo desee, el camino del final del siglo XX, y este del inicio del siglo XXI, es o debe ser una aventura agradable de disfrute, de conocer nuestra historia, esa micro historia que hay en cualquier pueblo o aldea de nuestra tierra, tan interesante algunas veces como cualquier monumento conocido, saber de las gentes de esos pueblos, sentarnos alrededor de ellos y saber de sus leyendas, de sus chismes, que nos hablen de cuando ellos andaban por esos caminos para ir a buscarse el pan diario.

     Cualquier tramo del camino de Santiago ofrece unas condiciones que otros senderos o rutas no tienen, señalización con flechas o conchas o mojones de piedra, infraestructuras de atención al peregrino con información del camino, con casas de acogida, albergues, pensiones, hostales, monasterios, conventos, etc., historias de peregrinos, esto y mucho mas debemos mostrarlo las asociaciones y como buen peregrino aceptar de buen grado lo que nos ofrezcan.

     Espero no haberos aburrido, cuando cojo la palabra para hablar del camino no paro, ya termino, en Oseira, mantuvimos varios peregrinos una conversación larga y de mucho aprendizaje con un fraile, en un momento dado, hablando del camino nos dijo:  “Cuando llegueis a vuestro destino no hace que falta que lo busqueis, si ya lo llevais dentro, ¿a quien y donde vais a buscarle?”.

Nos miramos todos en un silencio total, me atrevi a romper el hielo y le pregunte boli en mano que repitiera para copiarla, a lo que me contestó: “ no hace falta que la copies Jacinto,  ya la llevas escrita en tu corazón”.

Al dia siguiente, haciendo la etapa Oseira – A Laxe, me encontré un papelito en un mojón que decía:

Aunque hubiera cargado mi mochila de principio a fin,
Y esperado por cada peregrino necesitado de ánimo.
O cedido mi cama a quien llegó después,
Y regalado mi botellín de agua a cambio de nada,
Si de regreso a mi casa y mi trabajo no soy capaz
De crear fraternidad y poner alegría, paz y unidad,
No he llegado a ningún sitio.
………


Al final encontré a su autor, TITULO: Oracion del Peregrino, de Fraydino.





Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino.

De Melide a Arzua, paisaje de cuento.

martes, 7 de julio de 2015

     Mañana fresca, muy agradable para empezar a caminar, con los primeros paso abandono Melide, no sin antes escuchar un run-run que proviene de la iglesia ubicada a la salida de la localidad, en ese momento con gente en el exterior se está ofreciendo una misa. Algo mas adelante en San Martiño me paro en otra iglesia. Siempre la vi cerrada, hoy abierta, me hablaron en su dia de ella y me acerco. Hay un chaval, un voluntario, de esos que aman el camino, se conoce el ultimo rincón de la iglesia, disfruta hablando de ella, esta iglesia es única, si es cierto que es un lujo estar ahi y contemplarla, merece la pena, es uno de esos lugares que nunca te imaginas lo que tiene dentro, algún dia, como tema pendiente, habrá que volver y admirar con el tiempo que me pueda dedicar este voluntario, porque para esto como peregrino debo tener tiempo, no solo es andar por andar.



     Es aqui, en este momento donde los bosques se suceden con árboles impresionantes, robles, pinos, eucaliptos, helechos a ras de suelo, lugares donde quizás en el silencio oportuno podrás oir el susurro del viento o porque no a algun que otro duendecillo que pulule por ahi. Es también donde persiguiendo las flechas amarillas del camino empiezo a encontrarme a mi mismo, donde también entro en el túnel del tiempo transportandome a otras épocas, esperando en cualquier momento encontrarme algún peregrino o paisano del lugar de épocas diferentes.



     Subes y bajas por este tramo de ruta, un auténtico tobogán, salvando rios y arroyos, buscando alturas y otra vez vuelta a bajar, asi hasta encontrar el paraiso de Ribadiso, lugar distinto, sitio donde llegas costándote mucho esfuerzo en la bajada, pero necesario para descalzarte y meter los pies en el agua transparente, quedándote allí absorto, pensativo, casi sin habla, en un espacio excepcional de tranquilidad y pureza.




     Subo hacia Arzua, y cuando llego ¡no sé!, pero la noto apagada, no hay tanta alegria de peregrino, quizás lo vea de esta forma o ya voy teniendo ese síndrome peregrino al estar tan cercano a Santiago, aunque quiero llegar, también es mas cierto de que no quiero terminar.

Desde Arzúa, tierra del queso de Tetilla, Buen camino.

Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino

De Palas de Rei a Melide, paisaje y bravura silenciosa

lunes, 6 de julio de 2015

     La mañana nos sorprende con poco mas de 10 grados y un neblazo de aupa, no por ello debe de asustar a los peregrinos pues ya sabemos por donde andamos, estamos en Galicia. Esta bien para empezar esta corta andadura para en ciertos momentos del camino reivindicar la soledad, el silencio solo interrumpido por los pájaros me insimisma y me arrastra de tal modo que me aislo del mundo.



     Los senderos de hoy me han devuelto a la Galicia mas profunda, sombríos silencios, arboleda altiva, bosques con hermosa pureza donde te puedes sentir duende. Hoy la ración de belleza me llega por todos lados, belleza del paisaje y belleza del paisanaje. No es la primera vez que pienso que silencio y camino es una gran compañia, pero también el rodearte de peregrinos desconocidos que al cabo de escasas horas comparten contigo todo lo que tienen a su mano y te extienden el brazo para darte su amistad, eso tambien es camino y por supuesto compañia. Un veterano de esto de los caminos ya me expresó eso de: con un buen amigo no hay camino largo. Hoy lo he comprobado, pero no solo con un camino, sino con un grupo espectacular de personas que me han aportado uno de los bienes mas importantes en la vida, la amistad. Alguien que haya realizado este camino podrá decir que ha sido un pequeño paseo, y no le discutiré que si, pero también le diré que hoy he disfrutado de compañerismo, de paradas, de fotos, de risas, de viejos recuerdos, pero sobretodo, de saber donde estoy  con quien estoy.



     San Xulian, Casanova, Coto, Leboreiro, Furelos, lugares emblemáticos de hoy donde he podido disfrutar de su historia, de su gente, hoy mis pasos no han querido andar por andar, hoy si me he empapado de camino. La llegada a Melide la esperada, tranquila y sosegada y al final una mesa donde a parte de compartir mesa y mantel con pulpo, patatas, pimientos de Padrón, brindis con buen vino, risas, etc., hemos compartido también esa cosa tan apreciada que se llama AMISTAD.



     Ya me lo dijo un fraile en Oseira, solo encontrarás al Apóstol en Santiago si lo llevas contigo.

Desde Melide, buen camino.

Jacinto Fuentes Mesa.
Abuelo y peregrino.

   

De Portomarin a Palas de Rei, tiempo de camino y de amistad.

domingo, 5 de julio de 2015

     Durante la tarde de la jornada anterior no me resistí a ver detenidamente por todos los costados, la Iglesia de San Nicolás de Portomarín. Cada vez que me acerco a ella descubro algo que nunca vi, por eso al dia siguiente amaneciendo la volvi a buscar y tocar sus piedras con sus señas, sus números, su orquesta medieval y arrancar todo lo positivo de unas piedras que trataron unos canteros con toda la sabiduria en su quehacer. Vuelvo la vista atrás y no disimulo algo mi tristeza al retirarme de su lado, el camino deja huellas, nunca cicatrices, y este sitio es uno de esos que me ha marcado, pretendo volver.



     La mañana está nublada, la temperatura ideal para retomar el camino, amenaza poca lluvia que luego no llegará, incluso en el horizonte parece que hay algo de niebla, busco el rio y el puente para ascender por un paraje casi indómito, de esos que si te descuidas te roba el alma, la cuesta se empina hasta que acabas en una carretera, desde aqui el camino es otro, no es el de ayer, no por ello existe desesperanza, puede ser momento de animada cháchara, de recibir y de dar, de profundizar en una posible amistad con otros peregrinos, asi mirando al frente y hablando te das cuenta que con un buen amigo, con una nueva amistad no hay camino largo.



     Paso Gónzar donde sello, después Castromaior y tras cruzar caprichosamente una carretera varias veces acabamos en otra mas estrecha seguimos hacia Ventas de Narón. No es el de hoy el camino tan espectacular con su naturaleza como el de ayer, pero si sorprende en Ventas de Narón su pequeña capilla, donde también sello y mas adelante no dejo de recordar y pensar en el cruceiro que mas me ha impactado de todos los vistos, el Cruceiro de Lameiros. Da hasta miedo, la muerte rodea todo el cruceiro, escalera, tenazas, martillo, huesos, craneo, expresión pura de muerte, alli me detengo, lo observo, le doy la vuelta, es aqui uno de esos momentos del camino donde el silencio interior se hace sombrio, junto a el un enorme roble da sombra al Cruceiro, observo a varios peregrinos rodear el roble, abrazarlo, intentan coger energia del suelo, de las raices de la naturaleza.



     Como digo, no es este tramo el camino tan espectacular de ayer, pero hay que seguir, se suceden aldeas, una tras otra, siempre en buena compañía, hoy mi instinto viajero, como también lo fué ayer durante un buen tramo he llevado compañia humilde, tranquila, aflorando en momentos sentimientos que quizás solo los expreses en esos momentos, de peregrino a peregrino. Hoy camino exquisito donde he sido capaz de reir, de aflorar mis sentimientos, de saltar y de sorprenderme.



     Ya estoy en Palas de Rei, descanso y quizás visita a Vilar de Donas, sosiego, paz y pensando ya en mañana, entraremos en tierra de duendes, de meigas, de leyendas y de enigmas. Por cierto parada inevitable en Melide, los peregrinos saben porque.

 Buen Camino amigos.

Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino.


De Sarria a Portomarin, amor en cada paso

sábado, 4 de julio de 2015

     Amanece en Sarria, a pesar de mis años haciendo camino, no dudo ni me escondo que ando algo nervioso, será la incertidumbre de los proximos dias, las personas que llevo a mi lado, en fin intento rehacerme porque estoy en el camino, y solo esto da equilibrio, empezar un dia nuevo, andando al mismo sitio, o quizas un final que no es tal, porque nunca se acaba porque empiezas de nuevo.



     En una ocasión hablé de la subida a Barbadelo, tramo màgico para saborearlo y quitarse un buen rato del asfixiante ambiente de la urbe. nada mas cruzar el tablero sobre el arroyo ves la altiva manera de la arboleda, silencio ancestral, paz en el aire, subo con paso lento, tambièn como queriendo estar sin terminar, disfruto de este subida sin sufrir, como un acto de felicidad y acabo y recordando a Machado: "vuelvo la vista atrás y solo quedan estelas en la mar".

     Hoy ha sido un dia de recuerdos, veo a lo lejos la torre de la Iglesia de Santiago de Barbadelo y me recuerda mi primera vez por estas tierras, donde descubri en escaso espacio de tiempo paz, compañerismo y amistad. La subida se acaba, aunque lento no paro de andar observando la vegetacion exuberante a la que saluda al pasar.



     Enamorado del territorio, de vez en cuando amilano mi sed o mejor disimulo que bebo para asi pararme y seguir disfrutando del espacio donde estoy, no me falta animada charla con otros peregrinos donde nos abrimos con nuestras historias diarias aportando buenos sentimientos que luego acaban en amistad. Poco a poco traspaso el kilometro 100, Morgade, mas adelante Ferreiros, despues A Pena y asi paso a paso disfrutando de sendero me doy cuenta que ya estoy en ese mundo, el mundo del peregrino, el mundo del camino. Veo en la ruta a antiguos peregrinos que quieren libertad, tranquilidad y sosiego, mas que en años anteriores, quizas quieran dar lo que el propio camino les dió en su dia.



     Y asi como absorbido veo al frente una gran postal, Portomarin frente a mi, con esa espectacular iglesia de San Nicolás. Va haciendo algo de calor, cruzo el Miño y alguien me pregunta ¿que dia es hoy?, no se que responder, estoy en el camino y cuando se está peregrinando no sabes de horas, de dias, de meses, quizas andando hacia la tumba del Apòstol, el tiempo no exista.

Julio 2015

Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino.

DE QUENTAR A GRANADA POR EL CAMINO MOZARABE, NATURALEZA, SOLEDAD Y COMPAÑIA

domingo, 21 de junio de 2015

     Un dia llegué a Oseira, uno de sus frailes en una charla profunda me dijo: "si te sientes feliz caminando, habrás conseguido armonizar naturaleza, espiritualidad, compañia y soledad, busca, vive y siente algo que veas, aunque sea inmaterial y cuando llegues al final no hará falta que encuentres nada porque ya lo llevarás contigo". Me llenó tanto aquella afirmación que le pedi permiso para copiarla y el me contestó: ¿para que escribirla en una libreta?, ¡"anótala en tu corazón"!. Ha habido momentos que haciendo rutas, en esos momentos de recuerdo y soledad que hablas contigo mismo, he pensado en el fraile y en esa larga conversación que mantuvimos.


     Casualidad, coincidencia, o simplemente azar, llevaba tiempo con ganas de llegar a Granada andando por el Camino Mozárabe, gracias a los compañeros de Almeria y Guadix, he encontrado la ocasión de hacer esta etapa y las expectativas que llevaba han sido superadas con creces.



     Como en cualquier punto de Andalucia, en verano no es tiempo de andorretear terruños, por aquello del calor, la salida de Quéntar hay que hacerla temprana, ademas porque no puede ser mas agradable, un senderillo junto al rio Aguas Blancas, te empieza a meterte en si mismo, el murmullo del agua, los gorgojos de los pájaros, la belleza del paisaje y casi sin darte cuenta ya estás en Dúdar.



     Es a partir de aqui donde la ruta aprieta un poco, donde pone a prueba tu condición fisica, pero todo se anda con tiempo, ritmo, paciencia y observando la multitud de imágenes que te hacen mitigar el cansancio en la subida con unas vistas que parecen auténticas postales de antaño. En poco menos de tres kilometros hemos ascendido mas de doscientos metros.

     La aventura continua casi a mil metros de altitud, buen y ancho camino con numerosas matas de tomillo, de romero, que nada mas rozarlas te aromatizan tus pasos, poco a poco el sendero te introduce en  un camino agradable, con sombras, en zigzagueo ves numerosas encinas, alguna que otra caseria, una ermita humilde me hace parar y dejar la mochila unos minutos en el suelo, ¡una ermita!, me digo, aqui en mitad del camino, pequeña, sencilla y recatada, dedicado al Cristo del Almeciz.



     Sigo mi camino, el camino es presente continuo y conforme avanzo encuentro en mi todo lo que aquel fraile me indicó, es inmenso el espectáculo visual que tengo al frente, con un compañero-peregrino de Granada charlamos amenamente y aprendemos de cosas, y en ese momento de soledad que tienes, sabes llenarte para ser fuerte y afrontar lo que buenamente venga. Voy haciendo camino y en mi silencio siento a veces el eco de mis pasos.

     Descendemos y nos encontramos con una antigua construcción abandonada, me cuenta mi acompañante que fué Convento o Monasterio Jesuita, de ahi su nombre "Jesús del Valle", es aqui el momento justo para apoyar el trasero junto a un gran árbol, mondar una naranja una naranja y comérsela con un buen trago de agua.



     Aprieta el calor, queda poco aparentemente, de nuevo un senderillo, de nuevo un arroyo con un buen caudal de agua, de nuevo murmullo de saltos cercanos de agua tapados por ramas, parece que estás en un bosque animado, aguas bravas, cristalinas que riegan pequeños huertos, el rio alegre y divertido nos acompaña y va anunciado que Granada no queda lejos.



     Entramos a un grupo de viviendas y veo un letrero "Camino de Beas", asi se llama la calle, calle ya de Granada, empezamos el Sacromonte, al fondo como jungando al escondite la Abadia, inmensa, en un lugar privilegiado y poco a poco al otro lado, la silueta del Generalife, algo mas allá Santa Maria de la Alhambra y poco mas adelante la Alhambra propiamente dicha. Con un pie delante de otro y con un ritmo que me lleva lento, observo y quedo satisfecho, estoy en Granada, Granada Mágica y Fascinante, dejo el Sacromonte y en el paseo de los Tristes, a las faldas de la Alhambra vuelvo a recordar al Fraile de Oseira, he vivido, he sentido y ha aparecido la Magia del Camino y llegué a un lugar Mágico sin saber de tiempo real, ni de minutos, ni de horas, habiendo encontrado de nuevo amistad, aventura, sueño y la "magia del Camino".




Buen Camino.

Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y Peregrino






Camino a un paraiso llamado Barbadelo

domingo, 10 de mayo de 2015

     Dice Paulo Coelho que "llegar al Obradoiro sientes como si tu vida ha cambiado". Hasta llegar a esa magistral fachada, recorres lugares en los que te sientes feliz, son sitios que no te gustaria abandonar, son parajes donde el tiempo se detiene y uno mismo querria detenerse. Hablo de Barbadelo, donde algunas mañanas amanece con la niebla que bulle del rio Sarria y otras, las gotas del rocio en los maizales se resiste a evaporarse con los tímidos rayos del dios Sol. Subir y estar en Barbadelo es un lujo que todo peregrino se merece.

     Paso Sarria de largo, me encanta Sarria y sus gentes, pero el "turigrino" quizas rompa la armonia de un espacio en el que empezar desde aqui el camino se haya convertido en una rutina en la que solo vale hacer "caja". Subo los escalones de la calle Mayor, asciendo la Rua, a un lado y otro veo letreros, albergues, ofertas, bares, me pregunto si esta gente cree o no cree, si buscan algo desconocido fuera o en su mismo interior o si tienen conocimiento que van a introducirse en una aventura misteriosa que se llama Camino y que al poco de empezar el sendero van a cruzar un sitio mágico donde los haya.

     Antes de abandonar Sarria me paro en Santa Mariña, mas tarde después de sellar me detengo en el Cruceiro que hay una vez pasada la antigua cárcel, foto de rigor de la ciudad y casi mas allá, después visita obligada al Monasterio de la Magdalena, solo visualizo el exterior, ya casi estoy fuera de Sarria y continuo.



     Cuesta abajo, algo empinada, junto al cementerio y primera sorpresa al girar el camino, Ponte Aspera, un antíquisimo puente que puede ser el inicio de un sendero dominado por lo fantástico, atravieso y sigo sin saber que encontraré, avanzo paso a paso, un primer trámite cruzar la via del tren y a continuación la senda empieza a cerrarse, prados y mas campos de maiz se van cerrando y sin darte cuenta entras en un sombrío silencio del camino, nada mas pasar unos tablones pequeños de madera, para no molestar un arroyuelo, te encuentras con la virginidad del camino, altivos robles, marcados algunos por su edad, algunos de estos robles con orificios donde puede caber mas de una persona, es una buena cuesta hacia arriba, te tienes que parar, pero no por la subida, es el espectáculo tan natural y mágico que tienes ante ti, paisaje bravo y silencioso, bosque frondoso de Meigas, ensimismado asciendes, este es unos de esos lugares donde reivindicas tu soledad, una última parada antes de finalizar, amilano la sed con un buen trago de agua, echo la vista atrás y no paro de sorprenderme de lo que veo, lugar para ir sin prisa, sitio que te deja huella, subida fatigosa donde la vegetación roza lo animado.



     Durante unos instantes no he percibido que es de dia, que el Sol anda en todo lo alto, ha sido la zona tan sombría que los robles con sus poderosas ramas y hojas cerraban cualquier atisbo de luz exterior, he estado tan absorto que ahora al llanear me sorprende como luce "San Lorenzo" desde ahi arriba, es mas, incluso me molesta la luz. No dejo de pensar en el sitio, hasta me dan ganas de bajar y volver a subir, de saborear tan extraordinario paraje. Zigzaguea el camino, el sendero vira y gira entre prados y de nuevo mas maiz, no muy lejos aparece una aldea, vuelta a la civilización, albergue, casas, establos, busco la iglesia de Barbadelo, pregunto y me indican que mas adelante.



     A esta hora la mochila se deja caer, pero me gusta lo que veo, en mi tierra se llaman "vegas" y también huertas, los paisanos del lugar las hermosean con navizas, coles, lechugas, tomates, ........ ¡madre mia que vergel!, pienso en este lugar como si fuera un paraiso, me detengo en un manzano y mirando para todos los lados arranco una manzana, a la hora que es, ya cansadillo la muerdo y continuo, cuando no tardo mucho en ver la torre de una iglesia. Alli está, imagino que impertérrita al paso del tiempo, los muchos años no pasan en balde, la encuentro cerrada y la verdad que no me sienta bien, tras darle la vuelta me sorprende el camposanto que lo circunda, incluido tumbas en el suelo, poco mas arriba hay un albergue, porque no parar y descansar y poder verla por la tarde, mis pasos deseosos se paran al final de la cuestecita, me saluda Pedro, he vuelto a acertar, tienen cama,  impresionante casa, buen ambiente y mejor gente, quisiera detener el tiempo, no saber si es martes o viernes, si es 5 o 31 del mes, este es uno de esos sitios donde recibes una de los milagros mas importantes del camino, la amistad.



     Una vez lei y anoté una frase de Milan Kundera que decia: "Cada tramo del camino tiene sentido en si mismo y nos invita a detenernos......"



     Carmen y Pedro en su Albergue te cuidan y te miman. Los exteriores te hechizan, la capilla de San Silvestre muy íntima, dentro te da la sensación de no saber donde andas, un pilón con agua de la de antes te ameniza con su chorro continuo y algunos metros mas adelante, vistas al infinito, postales vivas ante tus ojos, de verdad para "echarse a dormir" con los ojos abiertos.



     Aqui me quedo en este maravilloso lugar sin dudarlo, para saborear la extraordinaria tarta de queso de Carmen y poner oido fino a las innumerables historias de Pedro, todo un maestro del Camino. Por la tarde visita obligada a la Iglesia de Santiago de Barbadelo, hermosísima, fascinante, os lo cuento en otro momento.



Buen Camino peregrinos.

Jacinto Fuentes Mesa.
Abuelo y peregrino.

ALCAUDETE-BAENA, 3ª ETAPA DEL CAMINO MOZARABE DE JAEN

viernes, 24 de abril de 2015

     Hoy adelanto la salida, me quedan 25 kilómetros que son un elogio de camino, mas olivar, olivar bravío con alma de viejo. Mientras paso por delante de Santa Maria la Mayor, recuerdo la tarde de ayer en este magnifico sitio que se llama Alcaudete. Fijo la vista en una de sus portadas y me llama la atencion entre otras cosas, las dos conchas en la parte alta de la misma. A partir de ahi mientras camino y observo el gran Castillo Calatravo recuerdo las historias pasadas de aqui, que me contó Ana. Alcaudete es encrucijada de caminos, paso de gentes que dejaron huella dia a dia, conquistando este impresionante Castillo, enfermó el famoso rey que pasó a la historia como El Emplazado, justo en el tiempo que anunciaron los Hermanos Carvajales, "emplazándolo" al Juicio de Dios cuando fueron ultrajados y ajusticiados.


     Sigo mi camino y de vez en cuando vuelvo la vista atrás y se emociona mi mirada viendo la silueta de esa genial mole de piedra bien puesta. Absorto por la silenciosa soledad del camino avanzo metros, me acompaña hace unos minutos un huerto solar, al abandonarlo las flechas me indican un pequeño regateo entre olivos para coger otro camino, veo un par de cortijos, uno de ellos abandonado, debo saltar un arroyuelo y junto a él una graciosa indicación del camino Mozárabe, no muy lejos observo un pinar y bajando también veo un arroyo algo bravio, mi sorpresa es que hay que pasarlo, aunque no hay peligro, si hay que dar un salto con cuidado, en una pequeña subida llego a la carretera nacional, donde debo extremar el cuidado con la circulación.

     Tras dejar la carretera de nuevo olivar, bien marcado, el camino me sumerge en un espacio silencioso, donde solo los pájaros alteran el silencio de la naturaleza, al final un sendero poco a poco me hace ver en la lejania la Laguna del Salobral. Me contaron ayer que lo han intentado secar varias veces y que no han podido, y malintencionadamente sonrío viendo las aves surcar sus aguas y reconociendo que esta vez la naturaleza ha sido mas fuerte que la insistencia del hombre en borrar del mapa este humedal. Y es aqui, apoyando el trasero junto a la cepa de un olivo donde me aprieto un cacho de pan con aceite y mordisqueo un pequeño tomate.

     Abandono la laguna no sin volver la mirada y despedirme de ella. Nada mas abandonarla me hicieron la observación de seguir un sendero o continuar por una pequeña carreterilla, el sendero tiene premio, el tercer arroyuelo del dia, gusta la aventura, una aventura de tres pasos entre patuscos para no mojarte y una cuesta empinada entre olivos hasta llegar a la carreterilla. Con cuidado y sin sobresalto continuo por el asfalto un breve rato hasta que de nuevo entro en un sendero aparentemente llano. Le llaman a todo esto la "verea de Graná", al poco una finca con burritos graciosos, caballos que se acercan a la valla y un dueño que si te ve te pregunta si necesitas algo. Breve charla en la que me cuenta que el también fué peregrino. Mis pasos continuan buscando Baena entre olivos, sin prisa, me siento duende en un bosque de olivos sorprendente, quizás en tono melancólico pienso que en dos dias cambia el panorama. Ya voy a entrar a Baena, primero me desenfundo un pequeño descanso en una fuente a las afueras de la localidad y tras una escueta, pero empinada cuesta entro en Baena. Mis pasos se dirigen a la Parroquia de la Virgen de Guadalupe, tras presentar mis respetos, charlo en la puerta con un paisano del lugar y me dice que ha visto a un par de peregrinos pasar dirección del albergue. Me cuenta que él desde Baena ha peregrinado al Cerro del Cabezo y que de buena gana me acompañaría hasta donde yo quisiera.

     Vengo viendo desde lejos una fortaleza, y alli en lo mas alto me debo hospedar, tengo conocimiento de no perderme el Castillo, un museo del Aceite, el Museo municipal repleto de piedras romanas, ..........., unos medios de vino de la zona y un salmorejo que quita el "sentío"  ¡¡ todo se andará !!.

     Llegar al albergue tiene tarea, pero merece la pena. Hay tres peregrinos.

Jacinto Fuentes Mesa.
Abuelo y peregrino.

MARTOS-ALCAUDETE, 2ª ETAPA

domingo, 29 de marzo de 2015

   


    Salgo temprano, apunta calor a mediodia, cierro el albergue y marcho hacia abajo para cruzar todo Martos, me apuntaron ayer que todo recto hasta la Cruz del Lloro y despues coger la Avda. de los Olivares y todo recto, con lo fácil que me lo pusieron rememoro la tarde anterior, el albergue de encanto, el trato de las Madres Trinitarias de auténtica hospitalidad, el paseo por la parte de vieja de Martos encantador con unas vistas espectaculares, la fachada lateral del Ayuntamiento muy peculiar, incrustados tiene algunos Miliarios romanos, no cabe duda que por aqui hubo camino, trasiego de caravanas, ir y venir de arrieros y paso importante de personas. Por la tarde me muestran un fotograbado del siglo XIX en la que aparece la Cruz del Lloro, extramuros de la ciudad, y junto a ésta un Peregrino, nota importante también para saber del paso de peregrinos por la localidad, recordando ésto me paro ante la Cruz del Lloro y hago pose como el peregrino del fotograbado y es a partir de ahora cuando recuerdo la historia del rey Enrique el Emplazado y los Hermanos Carvajal, paso a paso, contento, con la mente fresca salgo de Martos siguiendo las flechas amarillas, tras una pequeña urbanización me adentro en un bosque impresionante de olivos, me llaman la atención, son grandes, robustos, algunos con cuatro patas, impresionante, está amaneciendo y los pájaros no paran de llamarse unos a otros y revolotear de árbol en árbol.

     Ensimismado aparece un cruce extraño, me cruzo con la Via Verde del Aceite, la flecha me indica al frente, la cruzo y me adentro en un camino que poco a poco deja de ser tan andaluz, el murmullo de un arroyo, el cañaveral y un sendero de ensueño me dan a entender que la magia del camino me ha llevado a otro lugar, asi de repente, a mi izquierda observo desde mi sendero un gran puente de hierro y en otro cruce mas abajo giro a la izquierda, segun la flecha, y me encuentro con un arroyo, algo bravio, pero no peligroso, hay que cruzarlo, en dos o tres zancadas lo cruzo, asi lo hago y ¡¡ como no !! me mojo, vuelvo la vista atrás y me rio, es ahora cuando empiezo a subir despues de 4 o 5 kilometros la pequeña cuesta, es bonito el panorama, no muy lejos en una loma observo que se desperezan unos pájaros grandes, entre paso y paso termino la subida y las indicaciones, ahora si, me indican que me incorpore a la Via Verde.




     No es camino viejo, fué camino de hierro donde también hubo trasiego de mercancias y de personas y ahora es sendero de ciclistas, de paseantes y de camino de Santiago, a poco de empezar este nuevo sendero me encuentro una estación abandonada con un merendero agradable, es la mitad de la etapa de hoy, alli mismo mirando al horizonte me desperezo una naranja, un trago de agua y continuo.

     La Via Verde se haria monótona si no tuvieras en que pensar, pero conforme andas y observas el paisaje se te hace bastante llevadera y mas cuando debes atravesar esos grandes puentes de hierro realizados por alumnos del Sr. Eiffiel, o cuando no muy lejos ves una torre de un castillo cercano vigilante del antiguo camino que por estas tierras pasaba y te quedas sorprendida como no tras cruzar el puente mas largo cuando ves abajo, junto al rio, un magnifico puente, pequeñito pero bellisimo que te anuncia el paso del camino por estos territorios, fotos muchas fotos y como no ganas de bajar a verlo, pisarlo y sentir el latido de la historia.



     Silencio, soledad y a la vez compañia, todo revuelto, esa es la magia del camino, un cruce me indica a traves de una flecha que hay que desviarse a la izquierda, asi lo hago y empiezo una subida que al final se hará larga, pero que merece la pena hacerla, el horizonte se convierte en una estampa interminable de lomas y riscas, todas llenas de olivos y de vez en cuando salpicada con algún cortijo:
campo, campo, campo
entre los olivares verdes,
los cortijos blancos
.........
Asi lo vio Machado y asi lo veo yo subiendo este repecho.



     Acabada la cuesta, otra imagen para guardar en la retina, alli arriba, impertérrito al paso del tiempo, emergente de la montaña, el Castillo Calatravo de Alcaudete, hermoso y vigilante de los caminos de siempre, yo vengo desde el camino de Jaén, por alli aparecerá el otro que traerá a gente de Granada y mas a mi derecha los provinientes de Córdoba. Llego al final de mi andadura de hoy con las ganas de patearme la localidad por la tarde y saber de ella, el camino en dos dias ya me está dejando huellas.



     Hoy es uno de esos dias que cruzas el túnel del tiempo y te transporta a otra época, si no sabes de horas, ni de dias, ni de semanas es que estás en el camino.

¡¡BUEN CAMINO!!

Jacinto Fuentes
Abuelo y peregrino.

   

   

   

JAEN-MARTOS 1º ETAPA DEL CAMINO MOZARABE DE JAEN

martes, 24 de marzo de 2015




 

     Arranco de buena mañana, mis pasos avanzan para iniciar mi peculiar camino hacia Santiago de Compostela, tras observar la majestuosidad de mi Catedral y solicitar benevolencia al Santo Rostro del balcón principal, me giro y la voy dejando a mis espaldas. La primera flecha amarilla me indica el camino, la Plaza está en silencio, silencio y camino es mi compañia, intentando recordar si lo llevo todo, ¡que pregunta!, ¿lo llevo todo?, ¡ claro que lo llevo !! me respondo, voy yo introduciendome en una aventura misteriosa, buscando no ser dueño de nada, como cualquier buen peregrino en camino. Progresan mis pasos poco a poco, el golpe de mi gancha en el suelo rompe el silencio y hace eco en el interior del Arco San Lorenzo, dejo atrás la Plaza de Santiago y su vergonzoso solar, alzo la vista y observo la Cruz en el cerro, llego a San Juan, dejo en un tris el Palacio de Villardompardo, encarrilo la entrada en el barrio mas jaenero, saludo al lagarto de la Malena,  y sin prisa pero sin pausa voy abandonando La Magdalena, por la Puerta de Martos comienzo a abandonar la antigua ciudad, en breve estaré fuera de la antigua Aurgi, o la musulmana Yayyan, pegado a la carretera dejo mi Jaén.

     Ya hay luz de dia, en el Pago de la Imora, donde un dia firmaron pacto de no agresión las huestes Calatravas y el Condestable Iranzo, giro a la izquierda y empiezo a recorrer el antiguo camino a Torredelcampo, primero a derecha e izquierda casas de campo vigilantes con sus perros rompiendo el silencio y diciendote que alli mandan ellos, y a poco la mejor compañia en muchos kilómetros, a diestra y siniestra el árbol de la paz, "el olivo", es aqui y ahora cuando intento avanzar a buen paso, ya si es verdad que estoy envuelto en el mayor bosque de olivos del mundo, subo loma, bajo buscando arroyuelo, ahora seco, llaneo por un camino sombrio y fresco y vuelta a subir en un vericueto sendero que en un momento roza la autovia, sé que ya estoy en término de Torredelcampo, cruzo la carretera del Megatin y siguiendo el sentido de las flechas amarillas instaladas en el cruce, voy al frente, bajando poco a poco y viendo las primeras casas de campo de los torrecampeños, aqui me vuelvo a sorprender, viñas aqui y allá, almendros a ambos lados del camino, parcelas repletas de árboles frutales, con la mente entretenida empiezo a ascender una subida corta y algo fatigosa. Y allí arriba, cuando se acaba la cuesta aparece Torredelcampo, la vista es hermosa, pueblo, montaña, caminos.

     A la entrada de la localidad observo un letrero que me habla del camino, ya dentro por sus calles observo azulejos con flechas amarillas que me indican por donde ir, varios giros por sus acerados y me encuentro en la Plaza de la Iglesia y por supuesto del Ayuntamiento, me tomo un respiro, sello mi credencial en la Iglesia y en el despacho de la Policia Local y avanzo de nuevo.

     Veo que voy por buen camino, vuelvo a salir por la Puerta de Martos, tras doblar varias esquinas, me refresco en un gran pilon donde salpica el agua de varios caños, despacio, pisada a pisada abandono la patria de Juanito Valderrama, a las afueras del pueblo giro a la izquierda y empiezo a subir hacia la ermita de Santa Ana, "la Abuela" la llaman cariñosamente los torrecampeños, se hace la cuesta pesada y agotadora y por fin estoy en la ermita donde me detengo, presento mis respetos a la Santa Abuela y prosigo mi camino, nada mas salir la explanada del Cerro Miguelico, decenas de mesas y bancos donde elegir y descansar un buen rato, y entre pecho y espalda comer un chusco de pan con aceite y queso y de vez en cuando un buen apretón a la bota de vino.

     Sin prisa me alejo del enorme paredón del Oppidum íbero con direccion a Jamilena, en el cruce hay un hito de granito que me anuncia el giro a la izquierda, con cuidado por una carreterrilla encuentro a pocos minutos un pequeño cruce con un camino a la izquierda, justo donde hay una pequeña caseta que me anuncia que ando muy cerca de Jamilena, el carril me lleva a la localidad y tras un pequeño callejeo aparezco en el Ayuntamiento. Sello en credencial y vuelta al camino, todo linea recta hasta salir del pueblo, en el poligono industrial giro a la izquierda y al fondo del mismo de nuevo giro a la izquierda, bien marcado el camino me introduce de nuevo en la antigua calzada romana buscando la antigua Tucci romana, la actual Martos, hace un rato ya he oteado en el horizonte la Peña, a partir de ahora será el Santo y Seña de la vista, subo y bajo, bajo y subo, hay arroyuelos, ahora secos, en época de lluvia bastantes caudalosos, es aqui en este tramo donde hay que pararse y ver el trazado del antiguo camino romano, justo en los arroyuelos, si te asomas, todavia se ven piedras y sillares de alguna que otra puentezuela del camino. Envuelto en el precioso olivar, al frente siempre la Peña de Martos, vigilante del camino, a la izquierda los montes que rodean a Jabalcuz, el camino pasa unas pequeñas casas que nos obligarán a coger una carretera que en poco mas de un kilometro nos llevará a Martos.



     Entramos a Martos, ¡que casualidad!, por la Puerta de Jaén, la Peña a nuestra siniestra ahora y encajonada, alli al fondo la Iglesia de San Amador, Patrón de la ciudad, mártir Mozárabe y primer Santo de la Diócesis de Tucci y de Jaén. Antes de entrar a ver el Patrón y sellar, en la ermita de Santa Lucia, un buen refrescón y tras presentarle mis respetos a San Amador empiezo a subir una pendiente que me dejará en la Plaza del Ayuntamiento. Continuo el camino, ahora cuesta abajo, y justo detrás del Consistorio me encuentro con el Albergue de Peregrinos en el Convento de las Madres Trinitarias.

     Es tiempo de aseo, comida, descanso y meditación, hoy el camino me ha aportado silencio suficiente para tener buenos pensamientos.

¡¡BUEN CAMINO!!

Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino.