DE COLMENAR VIEJO A MANZANARES EL REAL

miércoles, 16 de octubre de 2019


Etapa del Camino a Santiago desde Madrid

         Son los caminos, las cañadas, los senderos o las veredas parte de nuestro patrimonio cultural e histórico que va pasando al olvido conforme pasan los años.


         Empiezan mis pies a caminar a la entrada de Colmenar Viejo, aquí se encuentra la Ermita de Santa Ana y una Cruz de Humilladero que rescata recuerdos no muy lejanos del tránsito de gentes por este lugar.


         Y está bien empezar con este símbolo caminero y es agradable callejear por Colmenar siguiendo las flechas amarillas del Camino, no se tarda mucho en llegar a la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, coincide el título con mi Catedral, la de Jaén, ¿¿casualidad??, deduzco el nombre al ver el Altar Mayor y observar la Asunción de la Virgen en la cúspide el altar. Me recreo en el interior porque su grandiosidad y su espacio te llaman la atención y el interior merece unos minutos de recreo y saborear su grandeza.


         Tras la Basílica y su plazuela me detiene un lugareño algo mayor y me pregunta que donde voy, tras la breve presentación me habla que por este lugar siempre hubo camino, unía Alcalá de Henares y Segovia y siempre tuvo disputa entre sus gentes, sobre todo ganaderos para tener las mejores tierras de pastos para su ganado, con buen sabor de boca y mas rato de “cháchara” dejo al paisano con ganas de contarme historias y chismes de la zona, pero es hora de echar un pie delante y otro detrás por la ciudad, hay que terminar de atravesarla, un primer tramo de callejeo por zona mas antigua y definitivamente buscando la salida con calles y avenidas mas amplias, un parque determina con sorpresa que no queda mucho para salir de la localidad, hablo de sorpresa porque en un muro al entrar al parque hay un gran mural sobre el Camino de Santiago, así que todo esto y mucho mas hace a Colmenar Viejo como Ciudad Jacobea.



         Ya en las afueras te encuentras con la señalización suficiente como para no perderte, nuestro camino hoy nos conducirá como tramo del Camino de Santiago, pero también es un Sendero de Gran Recorrido, el GR 124 se llama Senda Real y guardando su esencia histórica vamos andar por una Via Pecuaria bien marcada recordándonos también el trajín que tuvo este camino de ganado llevado en grandes rebaños de un lugar hacia otro buscando mejores pastos.


         Recogida la información, ya es hora de andar, avanzan nuestros pies por un camino con grandes piedras graníticas, el granulado que pisas brilla con el Sol y aunque el camino no es muy ancho, si es cierto que está perfectamente delimitado por vallas hechas a la antigua usanza, piedra sobre piedra, colocada en seco sin ningún tipo de argamasa que la sujete. La mirada colocada de vez en cuando en el infinito te deja bellas estampas de sierra, de localidades y aquí en la cercanía la dehesa se abre ante los ojos como para despertarte del letargo de la vida cotidiana, ovejas, vacas, toros, caballos y en el cielo algún que otro pájaro grande te van espabilando de la rutina diaria y vas encontrando tu sitio.



         Tras atravesar un túnel bajo la via férrea y caminar bajo un puente de una carretera, el camino te sorprende con otra anécdota histórica, un puente, el cartel anuncia Puente Medieval, se ve bastante restaurado ahora muy bien cuidado, las aguas que murmuran bajo el puente son las del Rio Manzanares, este detalle del puente es otro disfrute mas de un día de andar y de recordar el trasiego de personas y mercancías.



         Fotos del sitio y tras salir de él, el camino se ensancha, en su día fue Vía Pecuaria o Cañada Real, por su anchura debió ser una “autopista” de su época, es a partir de este momento donde comienza el ascenso, durante cuatro kilómetros aproximadamente el peregrino no va a dejar de ascender, con un desnivel que casi no te das cuenta, sin abandonar el carril principal hasta la llegada a una fuente que tiene agua según las lluvias, es aquí donde hay que desviarse a la derecha y terminar en breve el ascenso, desde este collado la panorámica es sorprendente, la Sierra de Guadarrama al frente, la Pedriza mágica con su granito exhuberante y abajo del todo a orillas del pantano, Manzanares el Real, impresionante con su Castillo, que te deja una impresión de sorpresa en la cara que no te crees lo que ves y te preguntas ¿qué hace esto aquí?, empiezas a bajar y aunque vas sin prisas, después de lo visto, ahora si toca acelerar el paso y llegar, poco mas de dos kilómetros para visitar y ver una maravilla que dejará poso de satisfacción por muchísimo tiempo, el Castillo de los Mendoza hay que verlo y pasearte por su adarve, observar las estancias donde vivia el personal y otear desde los torreones todo lo que se pueda mirar y como no vivirlo soñando como hace siglos.


         Después de todo, es hora de mas sorpresas, esas que llegan al peregrino cuando hay que alimentarse y tratar de recuperar el estómago, es territorio de sopa castellana o judiones o caldereta y escanciar algún vino para alegrar el alma y disfrutar del milagro de la vida ,……………………


¡¡ BUEN CAMINO ¡!
Jacinto Fuentes Mesa.
Abuelo y peregrino.



 

DE SAN JUAN DE ORTEGA A BURGOS (por la rivera del Río Arlanzon) 28 km.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

21 de Agosto de 2019


     Dia largo que empieza en San Juan de Ortega con luz de linterna, si ya el sitio transmite paz y tranquilidad, al acabar la madrugada le da un tinte mas mágico al lugar.


     Hace fresco de manga larga, no amenaza el cielo lluvia, pero si que está encapotado, a poco de avanzar y llegando a Agés ya es de día, dejamos un bonito paisaje con encinas y con buenas vistas para pasar por Agés y Atapuerca.


     Es aquí, en la pequeña localidad de Atapuerca donde empieza lo duro, un buen repecho que acaba con una de las vistas más bonitas del camino. Tras bajar, el camino se nota que tiene prisa en llegar a Burgos, Cardeñuela y Orbineja son testigos del paso de peregrinos que caminan con las ganas de acabar llegando a la gran ciudad.


     Entrar a Burgos por la rivera del Río Arlanzon es un regalo al peregrino, senderos y pistas acompañando el viaje del agua por el cauce del río. Se hace largo, diría que casi interminable, porque hoy el peregrino debe descansar y aprovechar la tarde para visitar esta ciudad, ver su catedral y su casco antiguo.


     La ciudad de Burgos es del camino, eso se ve en sus comercios, en los peregrinos que circulan por el casco antiguo y por supuesto en el interior de la propia Catedral esplenderosa.


Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino.








DE BELORADO A SAN JUAN DE ORTEGA 23.900 KM.

domingo, 1 de septiembre de 2019

20 de Agosto de 2019


      Amanece en Belorado con tiempo lluvioso, lluvia sin molestar, suave, tirando a chirimiri, bendita agua para los campos y los peregrinos que vamos haciendo este tramo de peregrinación.


      Hoy la etapa tiene dos tramos diferenciados, mitad por mitad, el primero el habitual de estos días traseros, campos dorados recién recogidos sus frutos de cebada o trigo y bastantes hectáreas de girasol, que andaban tristes mirando las panochas hacia el suelo.



      Entre tierras se iban sucediendo en menos de 12 kilómetros pueblos pequeños, aparentemente con escasos habitantes, las iglesias como monumentos más importantes de aquella manera, viejas lo sabemos, pero muy deterioradas, Tosantos, Villambista, Espinosa del Camino y finalmente Villafranca de Montes de Oca, pueblos que si tienen algo de actividad es gracias al paso de peregrinos, el paso de las tres primeras es efímero, ver las edificaciones casi interrumpen la concentración del romero que va ensimismado en su andar y concentrado en si mismo, la lluvia débil persiste y no estorba.


      A escasos metros de Villafranca aparece un mini bosque, una corredoira como las que existen en Galicia, un arroyo con abundante agua y un puentecito, estos no es ni más ni menos que un pequeño anticipo de lo que espera al peregrino nada más pasar la localidad, el paisaje es otro distinto al que hemos traído estos días, es cierto que hay una subida fuerte al empezar, pero ahora es un bosque de los de verdad, la niebla busca el hechizo envolviendo las ramas de los robles el techo del camino, con sus helechos guardando la intimidad de los duendes y dando al peregrino su momento de paz y de intimidad sin saber de tiempos y de distancias.


      Esos últimos doce kilómetros acaban en San Juan de Ortega, aquí alrededor de su enterramiento se masca la tranquilidad, sin ruidos que rompen la paz, una brújula marca por donde ir, buen lugar para terminar un día redondo para uno mismo.


Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino.

 







DE SANTO DOMINGO DE LA CALZADA A BELORADO 23,500 KM.

 19 de Agosto de 2019


     Avanzan hoy mis pasos saliendo desde la puerta de la Catedral de Santo Domingo con cielo totalmente encapotado y algo de chirimiri, hoy va ser un buen día para el peregrino que camina por estas tierras, pasar de un sol aplastante sin poder esconderte al refugio de una sombra a caminar con la piel repuntada del frescor agradable que recibes.


      Ademas el paso por varias localidades, una tras otra y con cierta cercanía animan al peregrino a encontrar un momento de distracción en el transcurrir de su caminar, hoy los abundantes campos dorados con el fruto recogido y la paja apilada o las grandes hectáreas de sembrados de patatas y de girasoles han sido el suficiente refugio para encontrar el momento de tu camino, el grato rato que te hace volver en otras ocasiones sin saber explicar el porqué te llena tanto.



Grañon, Redecilla del Camino, Castilldelgado, Viloria de la Rioja y Villamayor del Río son localidades pequeñas como muchas otras del camino en la que el romero encuentra su sitio, parece que por estos lugares el tiempo va más lento, los lugareños te esperan y quieren que les preguntes y en animada charla te cuentan sus historias. 


     


      Ya estoy en tierras de Castilla, hoy llegar a Belorado con sus kilómetros de por medio ha sido muy grato, localidad tranquila y agradable en la que el trato de su gente ha ido por los derroteros que uno busca, amistad, charla, tranquilidad y reflexión.


Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino