"PA´SANTIAGO VOY"

martes, 14 de agosto de 2012

     Siempre me pasa igual, nada mas empezar a preparar la mochila empieza a darme un "curri curri" barriga arriba que no sé si será o no irremediable, o si a todos los peregrinos les pasa lo mismo, o si soy así de singular. Aunque es difícil comprobar el nivel de esas ganas irremediables de empezar, veo año tras año que esas sensaciones tan nerviosas, pero a la misma vez tan alegres son las mismas o tienen el mismo nivel a pesar de la experiencia en estas cosas del Camino.

     Ya tengo mi hato preparado, tres camisetas, tres pares de calzoncillos, cuatro pares de calcetines de los "güenos", una sudadera, un chubasquero tipo poncho, un pantalón de chandal para por las tardes, chanclas, jabon casero, peine, desodorante, mercromina, aguja e hilo para las ampollas, unos pocos apósitos, mi medicación para los seis muelles del corazón, cargador del móvil y de la cámara de fotos, cámara de fotos, cinco barritas energéticas, linternilla, la garrota que me hizo Domingo de Casa Anita, gorro de paja, la concha que me acompaña desde el primer año que hice el camino (2002), mis pins del camino, la flecha amarilla y un rollo de papel higiénico.

     Además para esta aventura también me he cargado de ilusión, de renovación, de alegria, de satisfacción, de esperanza, de cariño, de amistad. En esta nueva aventura me van acompañar catorce peregrinos, "casi ná", Maribel, Manoli, Maria, Mari Carmen Peragón, Mari Carmen la Vete, Juanillo, Cirilo, Isidoro, Paqui, Jose Antonio, Vero, Rosi, Juan Carlos y mi Tormento. Hay alguien que repite y otros que lo hacen por primera vez y en ese "bulli bulli" no sé como estará  esta gente.

     Nuestra aventura empieza en Lugo, en la mismisima Catedral de Lugo, llegaremos en cuatro dias a Santiago, le daremos un abrazo al Santiño y seguiremos hasta Fisterra, para desde alli ver ponerse el Sol en
los confines del Atlántico.

     No llevo nada material para "quemar" en Fisterra, pero si llevo muchas cosas morales, cuestiones, pareceres y malos humos que se me vienen a la cabeza que debo incinerar y convertirlos en polvo y dejarlos malhumorados para que no den mas por culo.

     En el abrazo al Santiño voy a pensar en todas aquellas gentes, que son muchas, que están a mi lado, que me hacen por momentos ser feliz, y aunque llevo encargos de "to quisqui", por cada uno abrazaré a Santiago, si llevo dos muy especiales, uno para mi Tormento que la necesito a diario y otro para mi futur@ niet@, que estaré esperándolo con tanta alegria que no sé si aguantaré en pie tanta espera.

     Me voy con mis peregrin@s a los que adoro, a pasarnoslo mejor que bien, a ver a nuestros amigos Carmen y Pedro que son geniales, y ................... ¡que me voy que pierdo el tren!

BUEN CAMINO

Jacinto Fuentes Mesa, entre otras cosas PEREGRINO
   

UN HUMILDE PEREGRINO

sábado, 4 de agosto de 2012

 Ando envuelto desde hace tiempo en contar mis vivencias como peregrino, hablar de mi costumbre en estos años de caminos y caminos y la verdad, he empezado muchas veces a escribir y mas tarde he decidido tachar todo lo escrito. Hoy vuelvo a emborronar en papel datos y citas, ver fotos de hace pocos años, como empecé y por donde voy.


   Quizás he tirado muchos borradores a la papelera porque quiero revelar todo lo que el Camino me ha dado, me da y espero me siga dando, porque quiero dar a conocer como humilde peregrino como se puede vivir el Camino, disfrutarlo, meditarlo, soñarlo, etc., y lo mas difícil que no se si llegaré a conseguirlo, no es otra cosa que expresar algún dia mis sentimientos peregrinos en el propio Camino, como lo hacen otros peregrinos.


   Hará unos diez años empecé una aventura por una promesa, no niego que la promesa anda entre lo religioso y lo personal. Al cabo de este tiempo no solo estoy satisfecho, no solo no ando contento, estoy pletórico de satisfacción por momentos, por hechos, por naturaleza y sobre todo por la compañia que siempre he tenido, porque prometí que cada vez que subiera a ver al Santiño tenia que ir acompañado y siempre lo he hecho. Alguna que otra vez me he preguntado ¿pero donde vas con tanta gente?, no me arrepiento y espero seguir haciéndolo, porque a la misma vez que soy feliz, veo que la gente es feliz a mi par y cada uno a su manera y formas encuentra lo que yo ya tengo.





   Con lo que cae en estos momentos de crisis y malestar he encontrado en el Camino momentos de sosiego, de tranquilidad, de paz, de relajo, de repaso de la vida, de recapacitar de ciertos momentos, de recuerdos imborrables. No hay Camino que no encuentres algo nuevo a pesar de haberlo vivido, no hay Camino en el que cuando empiezas tienes dudas de acabar y rematas el Camino en el Obradoiro pleno de satisfacción, además no hay Camino empezado en el que quieres llegar, pero no quieres terminar.


   El Camino es un colegio donde uno aprende a superarse o una escuela donde las limitaciones personales no son obstáculo para ir por él. Estas dos afirmaciones me suenan a que es la propia vida, afán de superación, sobreponerse a las trabas de la vida, lucha diaria por encontrar un momento de felicidad que cubra todos los malos ratos que nos da el egoismo humano.


   Entre todo lo que cuento no quisiera abandonar esta primera reflexión agradeciendo al Santiño, al Camino, a la Naturaleza y a la Madre que me parió la cantidad de gente que he conocido en esta década, y de éllos la cantidad de amigos de los de verdad que estaban ahi y solo tenia que cruzarme en sus caminos. Gentes de todas los lados del mundo, gentes que como en otros momentos de mi vida han pasado de ser amigos a ser hermanos de camino. Hermano de Camino, ¡que bonito! me siento satisfecho de tener hermanos de camino y de seguir encontrándomelos en el dia a dia y pienso seguir como un humilde peregrino de recoger lo que me encuentro y no protestar por las puñaladas de la vida.


     En el Camino he encontrado mi mayor amistad, un amigo es quien te ayuda y no quien te compadece. En él he encontrado a raudales esfuerzos que parecen milagros, en el Camino abundan gentes hundidas que han encontrado el sitio justo para ser valientes y sensatos y poner de una vez por todas coto y freno a las muchas mentiras de la vida y sobretodo de la sociedad. En el Camino no hay castillos en el aire, ni pobres en la puerta de las iglesias esperando a los santificados señoritos. En el Camino te encuentras a gente que te escucha o te ves en un momentos que tú escuchas a la gente. En el Camino no te encuentras a nada ni a nadie que te aburra, o que te moleste, porque tienes siempre ese momento que esperabas, a veces íntimo y místico o a veces tumultuoso y menos contemplativo.


   En esto del Camino he terminado de encontrar honestidad en el romero, he hallado esmero en el caminante, me he tropezado con el mimo del peregrino, siento el afecto personal del viajero y siento su ayuda y su cariño y su apego. En el Camino he encontrado sentido práctico, amor, hermosura, pasión y sin ningún vendaje preventivo mucha AMISTAD, de la buena de verdad.


   He visto las orejas al lobo y en el Camino he encontrado de casualidad la oportunidad que me ha dado otra vez mi corazón y aprovechar sin prisa todo la felicidad que encuentro en él. Un dia cargué mi mochila con lo justo, sin cosas inútiles, cargué felicidad, alegria, risas, carcajadas, ánimo, brío, energía y fuerza y sobretodo llenar la mochila de Amistad. Llevo mi mochila con todo ésto y espero que me quepan sin pesarme mas paz y sabiduria de la vida. Junto con mi bordón, el aliento de mi Tormento, y la esperanza de ser un "gran abuelo" en pocas fechas, me presento en el sendero mirando al infinito encontrando también la libertad de ser y estar.



Jacinto Fuentes, entre otras cosas Peregrino.