MONASTERIO DE SOBRADO DOS MONXES, UN OASIS EN EL CAMINO

martes, 19 de agosto de 2014

      Nos esperan 25 kilometros y hay que arrancar de auténtica madrugada. La mañana es fresca y aunque se presume Sol, es cierto que la manga larga ayuda. Salimos de Miraz y empezamos un repecho algo osco, el piso no es firme, no paras de pisar grandes piedras sobre un camino ancho y ascendente, resulta interesante que la piedra brilla con la Luna y la poca luz que van dejando las estrellas que quedan en el firmamento, hay algún momento que al paso parecen luciernagas. Una vez cogida considerable altura vuelvo la vista y me sorprende ver la ultima estrella de la mañana, el Lucero del Alba va apagandose pues en el horizonte aparece los primeros timidos rayos de Sol.

     El camino no es ni mucho menos los místico que en el dia anterior, pero si bonito, primero bosque de eucaliptos, despues una buena arboleda, repoblacion de pinar, el camino continua y la mirada siempre en el infinito, queriendo encontrar alli al fondo quizas tu propia libertad, entre paso y paso y el tiempo avanzando van surgiendo aldeas y casas en el camino, gustando lo que rodea y haciendo la subida bastante agradable. A 10 kilometros andados mas o menos llego a Roxica y alli de nuevo te envuelve estas historias de la magia del camino, una señora atiende al peregrino con una pequeña barra, cafe de pucherete, dulces caseros, pan buenisimo, mantequilla de la tierra y una simpatia y una sonrisa que no sabes si seguir alli un rato mas o definitivamente arrancar, pues aun quedan otros 15 kilometros. Hablo con ella y ofrece alojamiento tambien a los peregrinos por la voluntad, me dice que solo tiene una casita pequeña y ocho camas, en la sonrisa, en los coloretes de sus mofletes, le asoma que es buena gente, y que esta alli pues por esas cosas del camino, cosas de la aventura, de la libertad, de hacer bien y no mires a quien.

     A partir de aqui el camino cambia, en la distancia el espectaculo visual es impresionante, en la cercania es bonito y te da tiempo en eso que se dice de mirarte por dentro, de darle un sentido a lo que has hecho en los ultimos tiempos y a lo que te enfrentas en el futuro, mientras continuo en una subida algo fatigosa pensando en mis cosas, llego al punto mas alto de la ruta, en la cumbre del camino no se ni donde estoy, no miento si digo que en algunos segundos siento que estoy fuera del mundo y es ahi donde me ha colocado el camino.

     A partir de aqui, de este punto alto, comienzo a bajar, la carretera se ha sobrepuesto al camino magico y lo que queda no te interesa, hay que llegar lo antes posible, se sufre cuando el albero o la tierra te la cambian por asfalto. En el avance por fin alli a lo lejos las torres del Monasterio de Sobrado dos Monxes. Un oasis en el camino, bonito, tiene aún frailes. Ganas y ansias de llegar, el camino acaba por hoy en un lugar mítico del camino del Norte, el entorno del Monasterio y su interior es impresionante, cualquier detalle de sus tres claustros, su iglesia restaurada y aun con mucho trabajo por delante, todo es agradable. Aqui en el monasterio hay un albergue y alli dormiremos. Por la tarde los frailes ofrecen una parte de la Liturgia a todo el que quiera y bueno alli estamos una vez mas los peregrinos, para oir esos cánticos que solo ellos entienden, pero que nos suenan a GLORIA.

     Poco mas, de madrugada nos espera otra salida. Arzua será la proxima meta.

BUEN CAMINO.

Jacinto Fuentes Mesa, entre otras cosas abuelo y peregrino

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