16 de Agosto de 2019

El pasado año cuando dejé de caminar en Viana para seguir este año, nunca se me hubiera ocurrido un comienzo así, nada más empezar andar, callejeando por las calles de Viana y con los sentimientos a flor piel, he ido madurando este camino que acabaré en ocho días en Catrojeriz, con el recuerdo de Paco en mi mochila "espiritual", mirando al horizonte, al oeste donde todos los días se oculta el Sol y amaneciendo he comprendido que sigo con mi camino acompañado por un gran peregrino como fue Paco.

Logroño acoge al peregrino unos metros antes de entrar en su circuito urbano, una señora atiende al peregrino con una pequeña mesa, sellando la credencial y ofreciendo la compra de algún a pulsera o rosario de recuerdo.

La Rúavieja que es la calle más vieja de la ciudad te lleva a la iglesia de Santiago, donde paras para reposar un momento y continuas tu ruta, se hace larga la salida, pero es muy agradable caminar por parques bien cuidados y hermosos conectando tras algún kilómetro con una vía que te transporta con alguna que otra sombra hasta un pantano donde se puede descansar y tomar un bocado.
No queda mucho para llegar a Navarrete, quizás dos horas caminando por carriles sin apenas sombras y en algún momento pegado a la autovía, una cuesta te despierta con la localidad ya enfrente y con el afán de llegar aceleras el paso para quitarte algo del calor que va haciendo ya.


Mañana más, en el recorrido pasaremos por el fatídico lugar donde falleció nuestro amigo Paco, en este sitio la Asociacón de Jaén dejará un recuerdo en breve para homenajearlo por ser un gran peregrino.
Jacinto Fuentes Mesa
Abuelo y peregrino
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