Querido amigo Paco:
no paro de restregarme los ojos, estoy
metido en un círculo de pensamientos recordando los muchos momentos que
hemos compartido en los caminos, en las rutas y sobretodo en nuestras
conversaciones contándonos nuestras experiencias caminando hacia la
tumba del Apóstol.
Nuestras “batallitas” de lugares donde
comíamos muy bien o de bosques encantados o de albergues donde en
tiempos distintos habíamos dormido, o de esos hospitaleros enigmáticos
que te enganchan aún mas al camino.
Nunca olvido hace algunos años cuando me explicastes las estampas que se
divisan en el tramo de los HOSPITALES en el camino Primitivo, conforme
interpretabas aquellas vistas no hacia mas que recordar y vivir tan
singular espacio del camino que yo también he tenido en mis ojos y como
ésta otras mas.
En estos días me contabas casi a diario como ibas, la buena compañía, como disfrutabas con tus compañeros y hasta Logroño me pedías consejo, pero estos dos últimos días los consejos me los has dado tú, en una semana andaré por ahí, por donde nos has dejado, y te haré caso, saldré temprano y pararé donde tú me has indicado y así dia a dia en una semana te explicaré el tramo que te ha faltado por ver y acabaré en los próximos años haciendo lo que tu querías hacer, llegar a Santiago en el próximo año Jacobeo.
Gracias Paco por haber estado físicamente a mi lado en estos últimos años, por haber dado tantas pedaladas, bicicleta con bicicleta en estos últimos meses en las clases de Spinning, te echaré de menos aunque yo te pienso contar el camino hasta Santiago y mas allá.
ULTREIA ET SUSEIA
Tu amigo Jacinto
Abuelo y peregrino
0 comentarios:
Publicar un comentario